Breve reseña del acto del 9 de Julio
Publicado en Actos, el miércoles 24 de julio de 2013
El miércoles 10 de Julio se realizó en el Aula Magna el acto en conmemoración del 197º Aniversario de la Declaración de Independencia. El acto fue organizado por las profesoras del Departamento de Historia Andrea Pandolfo y Silvina Pessolano, a cargo de quien también estuvieron las palabras alusivas reproducidas más abajo.
La ejecución del himno nacional en el órgano (que en estos días ya está siendo restaurado) estuvo a cargo del flamante joven organista del Colegio Leonardo Petroni. Durante el acto se proyectó un video alusivo cuya realización estuvo a cargo de las alumnas Keila Mauro y Cecilia Rial de 4to 12da. A continuación el alumno de 5to 14ta Martín Lafrascie interpreto "Lunita Tucumana", con letra y Música de Atahualpa Yupanqui, y arreglos propios. Seguidamente las alumnas de 4to 12da Malena Boglietti y Bianca Di Virgilio representaron un fragmento de la obra de Bernardo de Monteagudo "Dialogo entre Atahualpa y Fernando VII en los Campos Eliseos", con relatos de las alumnas de 5to 14ta Sofia Klimlowsky y Belen Andreoni. Para finalizar la alumna de 4to 12da Sol Fernandez y el exalumno Facundo Aguero bailaron "Esta noche de Luna" de Jose Garcia y Graciano Gomez interpretado por la orquesta de Osvaldo Pugliese, y "Negracho" de Osvaldo Pugliese interpretado por la orquesta Color Tango. Además, el dia del acto dos alumnos de 4to 13ra Carola Brandariz y Valentin Giglio, vestidos de época colonial, repartieron los programas con el orden del acto.
"Sr Rector, Sres. Vicerrectores, Sres. Jefes de Departamentos, Invitados Especiales, Docentes, Preceptores, Alumnos…
Nos encontramos reunidos para festejar el 197 aniversario de la Declaración de Independencia el 9 de Julio de 1816 en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
Para todos los argentinos, Tucumán se convertirá en la piedra fundamental de la Patria, allí comenzarán a adquirir vigencia permanente las palabras “Libertad” e “Independencia”. Sobre ellas se fundará un proceso de construcción de la Nación en sus formas definitivas, proclamando su soberanía y su decisión de ser.
La etapa histórica que culminará el 9 de Julio de 1816, había comenzado para nuestro país seis años antes en la Ciudad de Buenos Aires. Allí una junta de heterogénea conformación, declaraba su soberanía representativa bajo la figura de Fernando VII, dando una proclama de libertad a medias. Los problemas internos no tardarían en aparecer en el seno de este grupo de patriotas. Nace así la primera discusión ideológica acerca del modelo de país a proponer, surgen los saavedristas y morenistas, los cuales se diferencian en lo referido a formas de ver y planificar la nación a futuro.
En esos seis años se irán presentando históricamente pasos hacia la independencia. Uno de ellos y más certero políticamente fue la conformación de una Asamblea en el año 1813. La finalidad de dicho Congreso, fue dar los primeros elementos necesarios para iniciar… ahora si, el camino que nos conduciría tres años después a nuestra libertad definitiva. La confección del Escudo nacional, el encargo de la composición del Himno Nacional, la eliminación de títulos de nobleza, la libertad de vientres para los niños nacidos de esclavos entre otros logros, el reconocimiento dado a nuestros hermanos de los pueblos originarios, pero por sobre todas las cosas la jura de los congresales, no ya en nombre del Rey de España, sino del único soberano sobre estas tierras… El pueblo argentino.
A fines de 1815 con la caída de Napoleón ya consumada, las monarquías europeas y en especial la española iniciarían una campana para reconquistar los territorios americanos que los movimientos libertarios les habían hecho perder. Frente a ello y ante una inminente invasión de nuestro territorio, se decide la convocación de un congreso para tratar el tema de la independencia. Tomarían parte del mismo hombres de la talla de Francisco Narciso de Laprida su presidente, Manuel Acevedo, Eduardo Bulnes, Esteban Gascón, Tomás Godoy Cruz y el diputado Pedro Medrano a quien le debemos la frase que se agregará en el texto “Independiente del Rey Fernando VII, sus sucesores y la metrópoli y de toda dominación extranjera”.
Luego del paso fundamental para nuestra nación dado por estos hombres en 1816, se inicia un periplo de utilización y malformación de la palabra independencia en nuestra historia, a lo largo de ella se dignificó y por momentos se destruyó su excelso significado.
En 1816 expresar el término Independencia significaba librarse del yugo español, era ser plenamente una Nación que buscaba guiar y decidir sus rumbos sin la necesidad de ningún tutelaje externo.
En 1850 Independencia era sinónimo de defender nuestra soberanía frente al atropello de Franceses e Ingleses quienes desconocían nuestros derechos como nación y creían que la libertad argentina podía ser negociada.
Hacia Fines del Siglo XIX, la palabra independencia estará ligada a las efemérides que acompañarán a los escolares en su camino a convertirse en ciudadanos respetuosos de un Estado, el cual necesitaba ser legitimado en su historia y sentirse digno y orgulloso de sus héroes.
Ya en el siglo pasado y hacia los años 1950 a 1960 el término estará ligado a lo económico e ideológico frente a un mundo bipolar.
En 1975 y bajo un gobierno democráticamente electo, la palabra Independencia iba acompañada de otra, la cual era Operativo. Se iniciaría un tiempo oscuro en donde no solo se llevaría adelante la aniquilación sistemática de la guerrilla como decía el Decreto presidencial de la Sra. María Estela Martínez de Perón, sino también de todo aquello que molestara al poder ya sea por pensante o cuestionador.
De esta forma al llegar a nuestros días, la palabra independencia pareciera perder significado como signataria del destino de un país, convirtiéndose en sinónimo de unión continental para los latinoamericanos. Encierra en si propuestas libertarias que entienden y manifiesten los designios del pueblo americano, que si bien no vivió durante estos 200 años bajo la tutela de un imperio, si lo hizo bajo la de un mercado inhumano y una oligarquía cipaya. Un pueblo que fue gobernado ya no por un emperador tirano, sino por varios tiranos disfrazados de pseudoemperadores.
Es ante ello que hoy se transita algo inédito para nuestra amada América, la posibilidad de ser una gran patria libre e independiente, con matices propios de nuestra tierra, sin ninguna injerencia extraña. Una américa unida como la que soñaron San Martín y Bolívar, como la que añoraron todos y cada uno de los americanos que lucharon por el bien común y la grandeza de esta tierra. Una américa independiente donde la libertad sea un complemento indeclinable de la vida cotidiana y en donde la igualdad y la fraternidad de los pueblos sea moneda corriente.
Para finalizar como dijo el General don José de San Martin: “(…) Seamos libres e independientes que lo demás no importa nada”.
Muchas Gracias"