HOMENAJE A LA MAESTRA ADELMA GÓMEZ
(1934-2011)
Trabajo realizado por los alumnos:
Ernesto Curvale, Santiago Moure y Agustín Blandino.
Coordinador: Prof. Roberto Pessolano
Nació el 10 de Julio de 1934 en Buenos Aires.
Egresada del Conservatorio Manuel de Falla, a los 17 años cambió el piano y el clave por el órgano tras oír al belga Julio Perceval, quien fue su primer maestro en este instrumento, en la Escuela Superior de Arte del Teatro Colón; sus otros maestros fueron Teodoro Fuchs en armonía y contrapunto y Héctor Zeoli en órgano, de quién “heredó” el cargo de organista en el Colegio Nacional de Buenos Aires, donde pudimos apreciar su arte con sus interpretaciones en los actos.
Fue la instrumentista principal de la iglesia San Juan Bautista, en Alsina y Piedras.
Desarrolló una intensa actividad como organista titular y profesora en la Universidad de San Juan, en cuyo famoso auditorio (único con órgano, en nuestro país) ofreció cientos de conciertos desde 1972 a 1987.
Por su talento de intérprete, Adelma Gómez, gozaba de un gran prestigio, en su país y en el extranjero.
Dio a conocer obras de compositores argentinos como Alicia Terzian y Augusto Rattenbach, Eduardo Aléman, Horacio López de la Rosa y otros. El 1968 estrenó la única obra que, nuestro compatriota, Juan Carlos Paz escribió para el instrumento, Galaxia 64 (que deja librado al intérprete una serie de decisiones en cuanto al uso de registros) y, la mantuvo toda su vida en el repertorio.
En 1972 realizó el estreno sudamericano del Libro para Órgano del francés Olivier Messiaen.
Adelma Gómez era mucho más que una organista, ya que hacia muchos esfuerzos para darle alas a otros grandes artistas argentinos para que, de alguna manera, pudieran tener una oportunidad en la música. Recuerdan muchos que era muy estudiosa, pasaba mucho tiempo preparando su repertorio con obras nuevas de gran dificultad y luego las estrenaba.
Además cada dos años, daba conciertos en el exterior que le permitieron mostrar su repertorio.
La definen como “una artista fuera de serie”.
Ella siempre buscó la forma para que los músicos tuvieran su espacio y pudieran enseñarle al público lo que querían mostrar. Fue así como en 1983 creó dos de sus emprendimientos más importantes, sin precedentes en nuestro país: El Festival Permanente de Órgano y el memorable ciclo de Concierto de Órgano en los Barrios, en Buenos Aires. Significó la restauración de decenas de órganos que recuperaron sus voces a través de una serie de intérpretes y, que fueron mantenidos como patrimonio y orgullo del país. Los llevó a cabo, junto con su compañero, el conocido crítico Napoleón Cabrera, su segundo esposo.
También junto a él creó y condujo el programa radial “El órgano, rey de los instrumentos”, que se emitió por la ya desaparecida Radio Clásica
Esta es una de las cosas por las que más se la recuerda a Adelma, ya que estos conciertos en los barrios perduraron por muchos años (hasta 2008, año en el cual, lamentablemente el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió dar de baja este proyecto, sin previo aviso) y porque, como cuando realizaba conciertos en la ciudad de San Juan, le dio a muchos músicos la oportunidad de mostrarse.
Como se ha dicho, ha sido embajadora del mundo: actuó en Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Japón, Noruega, Polonia, Portugal, Suecia, Suiza, la ex Unión Soviética, Brasil, México. Uruguay y Venezuela, teniendo el privilegio de haber tocado en los órganos de Notre Dame y de la Madeleine en París y en el de Breda (Holanda), o como ella misma decía en un reportaje del diario “La Nación” del 7 de agosto de 1998, “En toda Turingia (Alemania) toqué en los órganos que tocó Johann Sebastian Bach”.
Grabó para las radios Hilversum de Holanda, Nacional de España y Radio Viena. Además integró el jurado en el prestigioso Concurso Internacional de Chartres (Francia) en 1992.
Con semejante trayectoria no podían faltar los premios: en 1989 y en 1999, recibió el Diploma al Mérito, de la Fundación Konex para instrumentistas diversos; de la misma Fundación fue en 1999 fue Premio Konex de Platino en la misma categoría en el año 2009 formó parte del Gran Jurado en Música Clásica en el otorgamiento de dichos premios.
En 1991 la distinguió la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.
En 1992 recibió el Premio SADAIC a grandes intérpretes.
Fue Premio Mecenas en 2007.
Recientemente la distinguió el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Adelma vivió siempre durante su vida de casada en su casa de la calle Entre Ríos. De donde justamente salía cuando fue atropellada por un colectivo, que terminó con su vida y nos privó a toda la comunidad del Colegio de seguir disfrutando de su persona y de su talento.
La muerte la encontró llena de vida y de proyectos, como era su costumbre y conmocionó a la Institución y a muchas otras personas que la conocieron.
Fue una “embajadora musical” y ha dejado su huella tanto en nuestro Colegio como en el país y en el exterior.
Algunos tuvimos el placer de conocerla cuando tocaba el Himno Nacional en los actos, amenizando la previa con fragmentos de conocidos músicos, pero los que la trataron personalmente dicen que era una excelente persona. De carácter serio a la hora de trabajar y solidaria y amena con sus compañeros de trabajo.